Este fin de semana, un día, sábado o domingo toca: Marchita y Bocata de sardinas.

Vamos a hacer una marchita por la ruta el “Lince”.

Salimos de Zarza por la carretera vieja de Granadilla y pasamos por el arroyo, al lado está el pocito.

El pocito, es un pozo donde se iba a buscar el agua potable, cuando en el pueblo no había agua corriente.

Seguimos por la carretera descarnada y llena de pedruscos, un poco difícil de transitar.

A los lados está la dehesa, cada vez más despoblada de encinas. Están afectadas de una enfermedad llamada la seca y se las está cargando de manera imparable.

No solamente se está cargando las encinas, también las jaras que están a su alrededor.

Por lo visto, la seca se produce por un hongo que ataca a las raíces de las encinas.

Las encinas más afectadas suelen estar en sitios donde se produce un encharcamiento importante.

Además, si no se limpian las encinas y se podan todos los años, las ramas afectadas contaminan a las que están a su lado.

El excesivo pastoreo también contribuye a expandir la seca.

Al parecer es un hongo muy difícil de erradicar.

Yo, no sé, si se está tomando alguna medida, pero a mí me parece que no...

Lo que si están haciendo es repoblar con plantones de encinas, pero si no se limpia todo el ramaje afectado, que hay a su alrededor, acabaran contrayendo la enfermedad.

Antes de repoblar se debería haber hecho una labor de limpieza.

Es una pena, que estos bosques de encina desaparezcan ya que acabaremos teniendo como paisaje un secarral.

Seguimos carretera arriba hasta llegar a un camino que se cruza, tiramos a la izquierda y nos encontramos con un portón que nos conducirá hasta la zona protegida como reserva natural de crianza del lince.

A los lados del camino hay un pinar precioso y al final de camino te encuentras con las agua del río Alagón, que rodea Granadilla.

La vuelta la hacemos por la “calera”, bordeando las colas del pantano y regresando al pueblo introduciéndonos en la dehesa.
Te encontraras: con vacas y toros que están placidamente pastando, cigüeñas buscando comida en las lagunas, miles de huevas de renacuajos en los charcos, ranas cantando y abejarucos saliendo de sus nidos, hechos en un agujero en la pared de algún regato, lagartijas esquivas, mariposas blancas, al milano revoloteando a ver si pilla algún polluelo, a alguna garza caminando distraída, y oirás a las grullas que van surcando el cielo graznando de forma escandalosa. También oirás cantar al cuco y al jilguero.

También te encontrarás con un rebaño de cabritillas saltarinas, con su pastor y los perros que las acarrean cuando se quedan rezagonas, comiendo brotes frescos de hierbas.

Si tienes suerte puedes ver algún lagarto, puesto al sol, en la panza de una encina.

Cruzarás un regato, donde puedes tener la suerte de ver subir a las bogas a desovar.

Debajo de las encinas, grandes praderas de hierba verde, margaritas y jaras verdes con sus capullos que se abrirán en Abril, aproximadamente.

Bueno, todo un lujo de paseo.