El tiempo pasa…y nos parece mentira que Sara, aquella niña: cachorreta, guapa, graciosa, lista, observadora y trastilla llegue al altar del brazo de su padre.
Se casó el sábado con Gabriel un chico lleno virtudes.
Y digo que me parece mentira… porque en nuestra familia pensar
en Sara es rememorar automáticamente su niñez, y siempre junto a su hermano
Quique, se llevan dos años pero los dos juntos han batido el record de trastadas
en la familia.
Fueron los únicos que estando el abuelo viendo el tiempo en
el telediario, "momento sagrado" en la familia, se atrevían a cambiarle el canal, y salían corriendo a
encerrarse en el dormitorio y esconderse debajo de la cama.
El abuelo se enfadaba, pero acababa riéndose y diciendo:
- ¡Qué jodios muchachos!
-¿A quién se parecerán?
-Pues a su hijo Enrique que era un buen bicho.
-O a su madre Clara que tampoco se quedaba atrás..., pasaba mucho tiempo en la estación
del tren porque su padre era ferroviario, y cuando se descuidaba se montaba
en un tren y se iba a cualquier parte, jajaja.
Y en una ocasión dicen que inundó la estación…
Tampoco es fácil pensar en ellos sin ver un perro o un caballo a su lado, inseparables de los perros…
Los besos, abrazos y mordiscos eran recíprocos.
Ni recordarlos sin una escayola en un pie o en un brazo, o sin una pitera o un "chichote" en la frente, y siempre con las sonrisas pícaras en sus bocas.
Los besos, abrazos y mordiscos eran recíprocos.
Ni recordarlos sin una escayola en un pie o en un brazo, o sin una pitera o un "chichote" en la frente, y siempre con las sonrisas pícaras en sus bocas.
Crecieron los dos deportistas, comprometidos, listos y
avispados en el colegio y en la vida.
Ya en la adolescencia cuando iban al pueblo Sara, muy modosita, no se movía
de las faldas de su abuela, y la abuela encantada que le hiciera
compañía, mientras Quique, muy currante él, se iba al bar del
Portal, siendo todavía un mocoso, a ayudar a colocar los cascos de las
cervezas.
Sara crecía así de formalita hasta que descubrió que además
de estudiar podía salir y divertirse de lo lindo con sus amigos y ella se
hizo llamar: “La Reina de Copas”
Conoció a Gabriel en una cofradía de los Dominico;, él unos
años mayor que ella, ya licenciado en Historia, ha esperado pacientemente a que Sara acabara su carrera
universitaria para casarse.
Y digo pacientemente porque mi madre me comentaba que
Gabriel llegaba a casa a buscar a Sara y en lugar de estar con ella se pasaba
toda la tarde con la abuela porque Sara tenía que estudiar.
Eso dice mucho de
Gabriel… dice, que es un chico bueno, trabajador, amable, buen conversador, que además posee una vis cómica increíble, sobre todo cuando imita a Lina
Morgan.
El sábado se casaron Sara y Gabriel en San Esteban, iban
guapísimos acompañados de infinidad de amigos y de familiares.
Fue una boda alegre y
divertida como son ellos… hasta el cura era un cachondo mental e hizo una
ceremonia especialmente amena.
Y el coro: ¡Chapeau!
La cena fue perfecta, todo estaba muy rico y amenizada con
canciones de los 70.
Acabo deseándoles que
sean muy, pero que muy felices y pido perdón por no llevar la cámara y tener que robar fotos.( pensé que no dejaban hacer fotos al haber fotógrafo profesional, ¡qué tonta... madre!)
Fin