lunes, 14 de septiembre de 2015

Ángel Mendo: Escultor.






"Siempre me han llamado la atención las manos: de escultores, ceramistas y alfareros... Como estas enormes manos con sus uñas machacadas, fuertes, callosas y curtidas por el cemento, la arcilla y el oxido de los hierros que él maneja a menudo"


Ángel nació en Zarza de Granadilla en el seno de una buena familia trabajadora:
Su padre Maxi, apodado el plasenciano, habiendo nacido en Zarza, y albañil de profesión, muy trabajador y muy buen albañil. De carácter afable, sonriente y amable.
Su madre, Benita, placentina, mujer guapa y educada, dedicada a las labores del hogar.
 Ambos, ya fallecidos.
Ángel es el segundo de tres hermanos: hijo único en medio de dos hermanas.
Está casado con Satu una chica encantadora y simpática, de Casas del Monte.
Y tiene tres hijos estupendos: dos chicos y una chica, que actualmente regentan el bar de copas el Bunker.
Ángel Mendo,  se le podría definir, y puede sonar a tópico, como el hombre que se hizo así mismo...
Ángel dejó pronto la escuela y se puso a trabajar con su padre de albañil, y es de suponer que aprendió de él la profesión.

Hasta aquí todo normal, como podría ser cualquier padre de familia, de profesión albañil, si no fuera porque Ángel Mendo es una persona: inquieta, vehemente e impulsivo, a la vez que paciente y creativo, muy trabajador, sociable, sensible y tremendamente vinculado al mundo del arte.
Muy temprano comenzó a tener inquietud por la arquitectura y a documentarse y explorar los vestigios y restos arqueológicos de la zona.
 Conoce a la perfección en qué lugares cercanos a Zarza, y en toda la comarca, hubo un asentamiento: vetón, celta, visigodo y por supuesto romano.
Sabe identificar: monedas, enterramientos, tumbas, restos de cerámica, con gran valor... que a lo mejor los demás, pensamos que es una simple piedra o un cacho ladrillo...

Él, además, supo ver a muy temprana edad, el gran valor etnográfico que suponía guardar piezas destinadas al desuso y tiradas en vertederos y escombreras, y que él, muy sabiamente, supo recoger, restaurar y guardar... Para más tarde, hará unos 12 años, cuando creamos "Proyecto M", hacer una exposición permanente en el museo etnográfico con todas las piezas recopiladas.
 Yo misma le ayudé, junto con otros miembros del grupo a colocar todas las piezas, muchas de gran valor, aunque no lo parezca... Creo que a él y a mi era a los que más nos apasionaba esta labor.

Es un hombre comprometido socialmente, con los dolores de cabeza que dan estas cosas,.. Todos los años en ferias reune a un gran número de artesanos para que vengan a mostrar sus productos y llenan el pueblo de luz color.

Es también gran aficionado a la fotografía, su cámara es como una prolongación de su brazo y ha realizado exposiciones, una de ellas dedicada a los gitanos del mercadillo de Plasencia.

Ángel desde muy joven comenzó a hacer sus pinitos en la escultura en sus ratos libres, primero esculpiendo en madera y después en barro.
Y ya en edad adulta, como hombre inquieto, ansioso por saber y aprender, se matriculó en la escuela de bellas artes de Plasencia,
Consiguió su diplomatura en escultura y modelado, y ahora continúa su formación de ceramista en la misma escuela.
 Comenzó su andadura de escultor  reconocido, y es a partir de ahí cuando podemos ver su obra, algunas en lugares públicos y en salas de exposiciones.
Actualmente hay una exposición de su obra en el Anillo, ahí está representada toda la trayectoria de su obra escultórica. Repartida en tres zonas: escultura orgánica, escultura cinética y espacios vacíos.
Puedo apreciar en esta exposición, en mi modesto entendimiento de arte, que con el paso del tiempo y su abnegada  preparación, que su obra ha ganado en movimiento, sensibilidad y frescura.
Su obra, desde mi punto de vista, parece estar inspirada: en el amor, en la música y en la soledad...
 Y el resultado es, una obra digna de un buen escultor.
 La podéis ver enclavadas en el "Anillo" un lugar único y maravilloso, al lado del lago de Gabriel y Galán.
Podéis ver reproducciones de su obra en grandes esculturas, cuyos vanos se abren y se acoplan, humanizando la fría y oxidada chapa de hierro, y dejando atravesar la luz cálida de los atardeceres, y la luz fría de las madrugadas.

¡Enhorabuena, Ángel Mendo!






























4 comentarios:

Isabel dijo...

¿Que decir de este hombre? a parte de tener unas manos como las de nadie, tiene un corazón que no lo supera nadie.

T.Q. tu sobrina.

Angel Jimenez Mendo dijo...

Gracia rosa por tu comentario me siento a fortunado de tener estas compañeras

Angel Jimenez Mendo dijo...

Gracia rosa por tu comentario me siento a fortunado de tener estas compañeras

granados112 dijo...

Que decir, Angel mi enhorabuena por tu tesón y trabajo. Un señor artista en la albañileria y ahora en este mundo. Aun recuerdo cuando ibamos a tu casa y veiamos todas esas "piedras" colocadas en el suelo de la planta de arriba.Un beso
Paola Sanchez