jueves, 9 de abril de 2020

Una despedida













Esta terrible pandemia que nos ha tocado vivir, se está llevando a muchas personas, a unos, por el coronavirus y a otros, porque ya les había llegado su hora, pero lo más triste  de todo esto, es no poder hacerles un entierro digno, como todo el mundo se merece…
Hace unos días, un amigo, Bonifacio Gil Planchuelo, nos dio la triste noticia del fallecimiento de su hermano Jesús.
Me sorprendió porque Jesús todavía era joven, y me produjo mucha tristeza, y a la vez mucha ternura, cuando vino a mi memoria su cara siempre sonriente con sus ojos oscuros y chispeantes…Le recuerdo muy bien, asomado a la puerta de su corral, que daba a la carretera.
Aunque, tímidamente, siempre te saludaba cuando pasabas a su lado…, él esperaba a que, yo, en concreto, pasara de largo, y al momento me decía:
 Seguina…
Yo me volvía, y le decía: Jesús, bicho…
Y, con la cabeza agachada y ladeada, sonreía mirándome de soslayo.
En otras ocasiones, cuando éramos pequeños, coincidíamos en el bar del canalón al mediodía, porque nos mandaban nuestras madres a buscar a nuestros respectivos padres.
Él, permanecía, sonriendo tímidamente, de pie, al lado de su padre, atento a las conversaciones jocosas que ellos mantenían.
A mí me daban un plato de cacahuetes y me mandaban sentar en una mesa.
Al final, nos espabilaban a los dos, nos echaban para casa, Jesús protestaba algo, pero yo me iba sin rezongar...
Sí, yo, al día siguiente pasaba corriendo por su puerta a hacer algún recado, me esperaba a la vuelta, y asomado tras las cortinas, me decía:
Seguina… Ayer fue buena… (La merluza, se entiende)

En los últimos años se le veía los domingos con traje y corbata, acompañando a su padre a tomar los vinos, siempre a su lado, muy alegre, sonriente, y mirándole con gran admiración.

Seguro, Jesús, que si existe un cielo ahí estás tú, ahora, junto a tu padre, asomado desde alguna puerta, mirándonos y controlando nuestras idas y venidas...
Y, decirte, que te recuerdo con cariño, porque siempre fuiste un niño grande y bueno, y formaste parte de nuestra infancia y juventud.
 Descansa en Paz.

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