Les voy a dedicar esta entrada a los quintos de 1961, que este año han sido los mayordomos de la virgen de Fátima.
No sólo porque entre ellos está mi hermano, " el chico", Carlos, sino porque, por pura coincidencia, de todos los demás tengo un recuerdo especial de cuando eran niños.
Acababa yo de cumplir 7 años cuando una mañana fría de marzo y de madrugada nos cogieron a mi hermano Quique y a mí y nos llevaron a casa de mi vecina, mi amiga Mª Carmen "chaparro".
Y, pasadas unas horas nos volvieron a llevar a casa. Nos dijeron que había venido la cigüeña, y nos enseñaron a Carlitos, que recuerdo que me impresionó porque estaba muy "colorao" y un pelín arrugao...
A mi hermano Quique y a mí... nos hubiera gustado más ver a la cigüeña... volando por el cielo y llevando en el pico el enorme pañal con Carlitos dentro.
Entre otras cosas porque Carlitos pasó a ser el centro de atención de la casa.
¡Tan mono él... y tan... rubito!
Nos dejó a Quique y a mí en el olvido...
Bromas a parte, me hace ilusión hablar de esta "quintada" porque el que no es de familia es hijo de amigos de mis padres.
Cerca de mi casa, no sé el mes exacto, pero ese mismo año nacía Maravillas, hija de Emiliana y Esteban Plata.
Nacía esta guapa niña, en una familia de la que yo era amiga de sus hermanas, Brigi y sobretodo de Maribel, que éramos casi de la misma edad y que además eran nietas de nuestra querida vecina tía Tomasa.
Un poco más arriba en el cruce del pueblo, en este caso el quinto es Manolo, que se casaría con Tere otra guapa niña hija de tío Colas y Brígida. También muy amigos de mi padres.
En el centro del pueblo, en casa de mi abuela Victoria nacía, otro hermoso niño, mi primo Lin hijo, de mi tía Vale y mi tío Filin.
Me acuerdo del nacimiento de Lin perfectamente, recuerdo, cuando subí a verle a la habitación de arriba.
Recuerdo como subíamos en silencio por las escaleras de madera y recuerdo lo morenito que era y el agradable olor a polvos de talcos que había en la habitación.
Muy cerca de casa de mis abuelos nacía, también, Juanma otro hermoso niño hijo de Cipriano y Flora, a los que nos unía además de la amistad, que era sobrino de mi tío Filin.
También recuerdo, con cariño a su padre, a Cipriano, que nos colaba en el cine sin pagar.
Por allí, también muy cerca de casa de mi abuela, nacería Rosa Mari, otra preciosa niña, hija de Esteban y de Marce de los que mis padres eran amigos y a cuya casa iba yo de pequeña, todas las noches, a buscar la leche.
También, muy cerca, por esa zona y aunque Montse no sea de Zarza y yo no tenga recuerdos de su niñez, decir que también, que es quinta y que está casada con Florian, hijo de Vicente y de Félix que eran primos hermanos de mi madre. Con los que había muy buena relación.
Cerca de casa de mi tía Martina nacería Mari Cruz otra guapa niña. Cuyos padres Amado y Julia eran primos hermanos de mi madre, con los que teníamos, también, muy buena relación.
También ha sido quinto su marido Félix que es el hermano de mi prima Lumi.
Seguimos por esta parte del centro del pueblo y al lado del comercio de tío Domingo nacería Tente otro hermoso niño, hijo de Emiliana y de Vicente, también amigos de mis padres y con el que yo jugué de pequeña porque yo era amiga de sus primas Conchi y Marisol.
Cerca de la iglesia nacería Teodoro, otro niño hermosote, hijo de tío Flores y tía Angélica, además de muy amigos de mis padres, eran compadres... y se corrieron buenas juergas juntos.
Y, yo pasé muy buenos momentos en su casa con su hermana Angélica y Gonzalo.
Cerca de casa de mi tía María, en la parte alta de el pueblo, nacía Jose Luis, otro guapo niño, hijo de Aurelio y de Flora.
Además mis padres tenían muy buena amistad con sus abuelos.
Y un poco más arriba, cerca de la iglesia, nacería el más querido y protegido de toda la
"Quintada":
Angelito.
Nació angelito como un bonito angelito, cuyas alitas son sus muletas con las que corre que vuela.
Y, nació Angelito en una familia numerosa, cuyos padres, Catalina y Basilio "el guerra" eran muy apreciados por mis padres porque eran muy buena gente y muy trabajadores.
Además de estos quintos me imagino que habrá más pero por las circunstancias que sean no habrán podido asistir a la celebración.
Espero no olvidarme ningun quinto, de los que asistieron al acto, si es así, que alguien me lo diga y rápidamente lo añado.
Nos invitaron a comer una exquisita paella que hizo Antonio Luis, caldereta que hizo Montse, y unos pasteles y brazos gitanos, roscas, coquillos y floretas que las mujeres, quintas y no quintas hicieron con muy buena mano.
Muchas gracias y mucha salud para que continuéis juntándoos todos.
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2 comentarios:
Hola ,
Esperaba con ansia esta publicación , narrada y detallada de todas las personas del 61,muchas de ellas las conozco y reitero lo dicho por mi tía
Muy buena gente , q sigaís celebrándolo.
Como diría mi abuela la albendera de la Vale estaba en el sarao , esperamos tb verla por mucho tiempo.
Besos .Mariche.
JO, Brigi, qué envidia me das. No conozco a casi nadie de los que nombras,( a los pades sí), pero me he visto todas las fotos.
Qué buen día!!!.
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