Este sábado me puse las botas de andar, y en lugar de llevarme a mi querida dehesa extremeña, mis botas me llevaron al asfalto de las calles de Madrid, a mi segunda tierra querida, donde tengo tantos y tan buenos recuerdos, ya que viví allí desde los 14 hasta los 26 años.
Acudimos a la marcha del 22-M por la "Dignidad":
El día: soleado y espléndido...
Y la gente pacífica, niños, jóvenes, adultos y abuelos coreábamos a la par:
Pan, trabajo, educación y techo para todos.
Yo creo que es lo mínimo, lo básico a lo que cualquier persona puede aspirar en esta vida...
Fue una marcha "Super Pacífica"; si, al final de la marcha hubo incidentes de incontrolados, yo eso no lo vi.
Ocurrió, como siempre ha ocurrido en todas las manifestaciones, siempre ha habido gente que revienta las manifestaciones, lo hacen a propósito, para cargárselas.
Pero que esos incidentes, que no son nada deseables, se conviertan en exclusivas de la prensa..., pues no lo entiendo...
Cuando lo que realmente importa es que cientos de miles de personas se han movilizado desde todos los puntos de España por:
La Dignidad de las personas.
1 comentario:
Gracias por acudir y representar a los que no pudimos ir. Un abrazo!
David
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