Este fin de semana ha tocado huerto y hemos quedado "desriñonaooos" y digo "hemos" porque allí ha trabajado todo chichirimundiii.
Alba ha trabajado, a sus cinco años, como una jabata. Todo lo quería hacer ella:
Quería sembrar, quería regar... y se quedó con ganas de coger los "instrumentos " como ella dice, pero claro eso no se lo íbamos a permitir.
Es muy lista y no lo digo porque sea mi nieta. Es que esta niña nos ha salido demasiado lista.
Cuando estábamos las dos cavando con el "sacho", (ella con uno pequeñito que hizo mi padre), pues cuando estábamos con esta tarea, levantó la cabeza y se quedó mirando a su padre y a su abuelo y les dijo:
Aquí las únicas que trabajamos somos abuela y yo, porque vosotros vais agarraditos a esos instrumentos paseando el modelo.
Ellos iban con el motocultor y la motoazada.(También curraron de lo lindo)
Menos mal que la oyeron ellos de lo contrario hubieran pensado que yo la había malmetido.
Sólo tiene cinco años y ya prometeeee...
Nos hizo un día estupendo y el huerto ya quedó todo preparado para sembrar las plantas y recoger el fruto en verano.
Sembramos:
Las judías verdes, tomates, berenjenas, lechugas, cebollinos, brécoles y coliflores.
Nos faltan los calabacines, pimientos, calabazas, sandías y melones.
Y..., lo que ya me acabó de rematar fue aricar las patatas, que ya están nacidas, a golpe de rastrillo. Es que creo que me he pasado sembrando patatas este año.
Y..., cuando empecé por el primer surco a quitarles las hierbas y miraba para la izquierda y veía que me quedaban 14 largos surcos..., me acordaba de mi amigo Juanjo, cuando nos lleva a una de esas marchas de subir y subir por la sierra que no le ves el final nunca, y que siempre me dice Juanjo:
No mires ni para atrás, ni para adelante, ¡hala!: poquito a poco y a tu ritmo.
Es verdad, hay que ir como los burros, sin mirar y sin pensar, porque si no te dan ganas de dejarlo todo.
Sin pensar, sobre todo, porque enseguida te aparece en la mente el saco de patatas que compras en la tienda por cuatro perras...
Aunque enseguida te autoconvences diciéndote que nunca es lo mismooooooooo...
Yo además no le echo herbicidas, así que aquí las hierbas nacen frondosas y a sus anchas.
Es duro el huerto pero da mucha satisfacción ver nacer las plantas y recoger los frutos.
Así que no me quejaré demasiado...
También vimos, Alba y yo, nacer a un corderino, en el "prao" de al lado, fue precioso ver como a los pocos minutos de nacer, el corderino casi sin ver, con los "ojinos" como nublados, se levantó tambaleándose para seguir a su madre; que la pobrecilla también caminaba como si nada.
Alba quería quedarse con el corderino para cuidarlo ella, y la convencí, explicándole que el estaba mejor con su mamá.
Ahí os pongo las fotos donde podéis ver lo bonitos que son y el por qué... de las ganas que dan de quedarse un corderino, y con una chivina y con un ternerino...
En general los animales son preciosos de pequeñinos.
Abuelaaaaaaa- dice Alba-
-¿Qué?
-El huerto me traee muertoooooo....
Y eso... me lo dice con su cara de "barrosa" y "melluca", me la como con patataaaas.
2 comentarios:
Hola ,
Menudo trabajo !!! .La princesa está para comérsela .
A los primos les da envidia ,dicen qué morro .
Besitos
Acabaríais agotados, menudo ejercicio hicisteis!!
Besos
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