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El fin de semana pasado nos bañamos en nuestras calitas del pantano, esta vez estuvimos en la más conocida "Cala Membrillares", como yo la llamo, que más que una cala es como una playa, que como ya he dicho en varias ocasiones no tienen nada que envidiar a ninguna playa y además con el aliciente de estar completamente solos, bañándonos con peces y patos como podéis ver en las fotos.
El agua está calentita y limpísima y se nada de lujo.
Hice fotos de la casa de Membrillares, según mi marido esta casa fue una casa preciosa y yo creo que aún derruida lo sigue siendo y se debería proteger, así tal cual está, con los grafittis en muros y paredes y con lo poco queda de esos preciosos azulejos que alguien ha intentado arrancar de los dinteles de la puerta y de la ventana, y los han destrozado.
Y, también cuidar esa hermosa palmera en medio de la dehesa de encinas.
Y sobre todo poner un cartel para que la gente no haga allí sus necesidades fisiológicas...
¿Realmente sabemos valorar lo que tenemos?
Yo creo que debemos a empezar a creérnoslo: nuestro paisaje es único y especial.
¡Cuidémoslo!
Espero seguir disfrutando de buenos baños en el pantano aunque este fin de semana el tiempo me lo impida.
1 comentario:
Hola tía ,
Vaya retraso llevo con tu blog ,ya estoy al día .
Maravillosas fotos y grandes recuerdos de Membrillares.
Bss Mariche.
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