Este año, en San Ramón 2014 me quedo con esta foto de la decoración de la calle que han hecho mis primos los del Portal. Ellos que son muy vivos, viendo lo mal que está la cosa..., han debido de pensar:
¡Sálvese quién pueda!
¡Viva San Ramón¡
Los San Ramones, como decimos en Zarza, son las fiestas más esperadas del año por los habitantes del pueblo y por los forasteros, alias "folasteros".
El 31 de agosto es la fiesta de San Ramón Nonato, santo que según D. Emiliano, que es un buen historiador, nació en Portell (Lerida) en 1204 y fue canonizado en el siglo XVII, coincidiendo con el origen de la formación del poblado de Zarza.
Curiosamente nuestro patrón es catalán, será por eso... que a los zarceños siempre les ha ido muy bien en Cataluña, yo lo digo con conocimiento de causa porque la familia de mi padre que emigró en los años 50 se adaptaron perfectamente allí y ahora mi querido hijo también está muy bien allí.
La fiesta de San Ramón se celebra el 31 de agosto y el 1 y 2 de septiembre.
Estas fechas marcaban prácticamente el fin del verano y en mi época de estudiante, (mejor, de mal estudiante), siempre casualmente, nos coincidía con los exámenes de septiembre a los que nos quedaban buenas calabazas para el verano. Con lo cual eran unas fechas conflictivas porque no nos dejaban disfrutar demasiado de las fiestas. Aunque nuestros padres levantaban un poco la mano y nos dejaban ir al baile de por la mañana, que se celebraba en la pista de verano del baile de tía Catalina y de tío Gonzalo.
Y un poco más tarde también habría baile el el bar Bravo, allá por la época en que Juan Pardo y Junior cantaban Anduriña..., por cierto, preciosa canción de mi adolescencia.
Recuerdo esa época como una época inocente, bonita y divertida. El baile de por la mañana era gratis, sólo se pagaba la entrada de la tarde y creo que ya servía para la noche.
Yo no llegué a ir al baile más tarde de las 12. A las 12 en casa como Cenicienta, mis hermanas si que disfrutaron del baile de la noche.
Y más de una vez en estas fiestas llegaban a casa mis hermanas y mi padre con el saxofonista o trompetista y en el patio de mi casa tocaba una bonita canción.
Siempre recordaré la madrugada que tocaron las "mañanitas". Todos los pequeños estábamos en el patío de casa con la boca abierta y mi madre refunfuñando y riendo a la vez.
Recuerdo a mi padre feliz y joven con una sonrisa de oreja a oreja y a mis hermanas mayores guapísimas con sus preciosos vestidos recién estrenados y con sus enormes cabezas de pelos cardados.
Todos estas "pequeñas cosas" se han perdido hoy día, el exceso de todo... hace que ya no tenga aliciente estrenar un vestido, o comer unas perrunillas o pastas floras.
Antes, en las fiestas, no regalaban los dulces como ahora, cada familia, que podía, se hacía sus dulces en las panaderías del pueblo.
Otra bonita costumbre que se ha perdido, se solían hacer en los carnavales y en San Ramón y pare usted de contar. Por esta razón los dulces nos parecían más buenos, porque no estaban a nuestro alcance a diario como ahora, claro que ahora si no son caseros... nada tienen que ver con los de entonces.
Como decía un señor en el pueblo: antes no comíamos lo que queríamos porque no teníamos casi de nada y ahora que podemos nos lo prohibe el médico.
Antes nadie..., de no ser el médico del pueblo, había oído hablar del colesterol, ahora como abusamos de la bollería industrial pues nadie se escapa del colesterol alto. Hasta tenemos en Zarza una "Ruta del colesterol"
Más tarde, en los años 70 largos, con la llegada de la democracia, salimos un poco de la España profunda del blanco y negro y llegó otro tipo de diversión más desinhibida y alegre, y en las fiestas comenzaron las verbenas populares primero en el llano y más tarde en la plaza; también llegaron las elecciones de mises y misters; surgieron las asociaciones, las asociaciones de distinto tipo y en concreto en Zarza surgió la asociación de amas de casa las cuales son las mayordomas de San Ramón y que nos suelen obsequiar, actualmente, con dulces y ponche en la plaza de la Libertad, y amenizada la fiesta con una charanga.
Este año aunque la crisis económica ha hecho estragos, y ha disminuido considerablemente el número de visitantes, los zarceños, como siempre hemos celebrado las fiestas con alegría y buen humor y los bares han puesto su granito de arena obsequiando a sus visitantes con buenos pinchos.
Yo he vuelto a probar la riquísimas patatas bravas que hacía mi tía Vale en el "Portal", antes el bar de "Felín".
Hay que destacar lo bien que se lo montaron en el Brujas con una pareja que tocaban y cantaban de maravilla.
Las verbenas han estado muy bien, sobretodo la del jueves, según la opinión de mucha gente. Los jóvenes no suelen ir al "pachangueo" de las verbenas, es normal a ellos les gusta otro tipo de música, como la que suelen pinchar en los bares.
Pero quiero apuntar, como curioso, que me llamó la atención, cuando yo me iba para casa a dormir, pronto..., yo soy un poco gallinácea, pues me llamó la atención... que unas chicas jóvenes pararon su coche para preguntarnos, y yo creía que iban a preguntarnos por algún bar del pueblo, pero no..., me preguntaron: ¿Dónde estaba el botellón...?
Sin comentariooooosss.
Los San Ramones suelen despedir el verano y tanto los que se quedan en el pueblo como los que se marchan esperan con ganas volver a juntarse de nuevo, primero en el Cristo, luego en las Feria, después en los Santos, seguidamente en Navidad, le siguen los Carnavales, después Semana Santa y por último en los próximos San Ramones.
En mi recuerdo y en mi presente veo a Zarza y a zarceños como un pueblo: tolerante, acogedor, generoso, alegre, fiestero y marchoso.
¡¡Viva San Ramón!!
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