Aunque parezca el ojo de una rana, no es lo que parece, es mi pobre ojo víctima de un "ciruelazo".
El domingo pasado quise coger una ciruela de un árbol y como no llegaba, le arree... con un palo y la ciruela vino disparada a mi ojo y me lo dejó a la "birulé".
Pero ahí no acaba todo, me agarré a la valla de la pared y me clavé un alambre oxidado en el brazo y acabé en urgencias con la antitetánica puesta y con la familia enfadada.
Esto me recuerda a cuando éramos pequeños que si te caías..., encima te pegaban por caerte.
Por lo visto los accidentes en el huerto están a la orden del día, así pues la próxima vez que me suceda algo, me lo callo, si es posible, ya que el ciruelazo dejó bastante huella.
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