Aunque son pocas las familias de Zarza que se dedican a cultivar pimientos, por suerte para nosotros, todavía hay vecinos que siembran pimientos para más tarde elaborar el preciado pimentón de la Zarza.
Por estas fechas, a mediados de septiembre, ya pintorrean los pimientos y un poco más adelante, irán a..., pimientos, es decir a recolectarlos.
Es muy probable que esta mañana de domingo Manolín, la Mª Jesús, la María y demás jornaleros de la cuadrilla, se hayan levantado antes del amanecer y montados en el tractor se han dirigido al "soto" a..., pimientos.
Allí los encontré doblados por la cintura y probablemente con la "Rabailla" "entumía", pero sonrientes y contentos porque este año ha habido una buena cosecha.
Ramilletes de pimiento rojos, van cogiendo, y van metiendo en sacos y que una vez llenos y atados los colocaran en el tractor.
Los llevaran a los secaderos, los "expezonarán" y los extenderán en un lecho de tablas de madera y debajo les pondrán lumbre de leña de encina para que lentamente se vayan secando.
Por la mañana temprano un homre volteará los pimientos y dos mujeres, en la parte de abajo del secadero, pasaran la sábana, para que caigan en ella las semillas y no caigan en la lumbre.
Por la noche, el hombre volverá otras dos veces más para atizar la lumbre.
Al lado de cada secadero de pimientos siempre hay un montón de leña de encina.
Cuando éramos pequeños se llenaba el "legio"(Egido) de grandes troncos de encina y de allí iban cogiendo todos los días leña para hacer la lumbre en los secaderos.
Este modo de secado y ahumado le dará ese aroma tan característico a nuestro pimiento molío.
Seguidamente, les daran varias moliendas hasta que salga el "pimiento molio"(pimentón).
Antes todo el proceso era manual, ahora se ayudan de maquinaria que no le quita calidad al pimentón.
En la fase de secado todo el pueblo huele a pimientos ahumados, aunque atasca un poco a mi me gusta, esto es... como el chiste del amoniaco...
No hay comentarios:
Publicar un comentario