Había una vez una preciosa granja al norte del pueblo, dónde vivían dos buenísimos granjeros: Ana y Jesús Carlos.
Un día luminoso y fresco nos invitaron a pasar una jornada maravillosa entre sus animales y además nos enseñaron a hacer un riquísimo queso fresco de leche cruda.
Al terminar nos obsequiaron con un almuerzo y una rica tarta de manzana.
Gracias por hacernos pasar un bonito día, queremos repetir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario