domingo, 27 de enero de 2013

Ensalada de naranjas y violetas



Esta ensaladita es muy fácil y deleciosa...

Ahora que las naranjas están exquisitas cortas una naranja en rodajas.

También cortas lechuguita, esta la he cultivado yo, la he cogido antes de tiempo porque la verdad es que no me crecen demasiado.

Le he añadido unas uvas pasas.

 La he aliñado con sal gorda, aceite virgén extra, ajito picadito y un polvito de pimentón del pueblo.

 Y como toque final la he adornado con unas violetitas para aromatizarla.

Salud.

Desde mi solana





Estoy aquí en mi solana, secándome el pelo...¿Quién me lo iba a decir a mi... ayer que pasé un frío infernal en Salamanca.

Salamanca es bella, es hermosa a más no poder pero es fría, fría fría...también... a más no poder.
Yo siempre digo que allí el frío me duele y me inmoviliza.

Pero aquí en mi pueblo extremeño, a sólo 100 km. de Salamanca, tenemos un clima fabuloso.
Hoy ha dejado de llover y ha salido el sol y yo he sacado mi silla de nea a la solana y me he sentado ahí de espaldas al sol  para secarme el pelo.

Es un gran placer sentarse en una solana en invierno, siempre con la precaución de proteger la cabeza, pues puedes cogerte un "percujo" en menos que canta un gallo.
Se te calientan las costillas y te desaparecen los dolores de espalda; es como recargar las pilas, llenarte de energía y en pocos segundos te cambia el humor.

 La solana tiene un gran poder de "adormidera". Si te pones a leer... es muy probable que te quedes dormida como consecuencia del calorcito natural del sol y del zumbido de las abejas que pululan de flor en flor, porque ya tenemos aquí flores: florecillas amarillas y violetas. 

Un consejo: si puedes y tienes tiempo... siéntate un rato en una solana como yo y mi compañera la ranita de san Antonio.


  

viernes, 25 de enero de 2013

PRINGÁ DEL COCIDO "María el ama"



Una vez al año no hace daño y os puedo asegurar que esta "pringá"está buenísima.

Sólo necesitáis:

-Una rebanada de pan.

-Tocino ibérico salado del cocido.

-Chorizo cocido.

-Garbanzos (yo les he quitado la piel)

Lo mezclas todo bien y con ello untas el pan. 

Como ya he dicho en alguna ocasión yo de pequeña odiaba el cocido, entre otras cosas porque era la comida de todos los días excepto los domingos.
Este menú repetitivo era así porque no había otra cosa, por no haber no había ni frigoríficos para poder conservar los alimentos, se consumía todo reciente y fresco con las ventajas que "eso" tenía...
Tampoco  había supermercados, había ultramarinos donde te vendían los productos no perecederos, y, muy poco, de droguería - perfumería; telas y corsetería.

 En las carnicerías solían vender carne de oveja, cordero, chivo y chivino, tocino de cerdo salado. No vendían carne de cerdo porque cada familia se hacía su propia matanza y se guardaban todas las piezas, conservándolas de diferentes maneras, para consumirlas a lo largo del año.
Lo mismo sucedía con los pollos y los huevos, tampoco vendían pollos; cada familia tenía sus pollos y sus gallinas para poder consumirlos.
En resumidas cuentas que no se consumía tanta carne como ahora, las proteínas ya las teníamos en las legumbres como mis odiados garbanzos.

Ahora me gustan los garbanzos pero tienen que ser pequeñinos y mantecosos (como decía mi madre), no me gustan los que después de haber cocido lo suficiente su piel está aspera, a pesar de que esten bien cocidos. Los de Pedrosillo suelen ser muy buenos.

Como decía antes, de muy chica no me gustaba nada del cocido, hasta que un día al salir de la escuela, un día de invierno soleado, me acerqué al arroyo con unas amigas y allí estaban lavando la ropa las mujeres y mozas del pueblo, entre otras... mis hermanas mayores y también estaba la  María "el ama"abuela de mi amiga Maribel, la apodaban tía María "peinanda".
Era una guapa mujer con un gran sentido del humor, muy guasona y cariñosa con los niños.
Ese día tía María les había llevado allí la comida a sus nietas.
 Hacía un día esplendido, y cuando llegamos, dejó de lavar y sacó una merendera de aluminio y allí..., estaba el cocido...

 Mientras estaban comiendo los garbanzos con la patata y la verdura no presté atención pero cuando llegó el turno de las "presas" observé como tía María con un tenedor aplastaba el tocino y lo mezclaba con el chorizo cocido y algún garbanzo y lo extendía en un trozo de pan y se lo metía en la boca de "la" Maribel y de "la" Brigi, y ..., todo eso mezclado con el amor que rezumaba María hacia sus nietas, hizo que yo... en esos momentos empezara a salibar como los perros de Paulow.
Y..., desde ese momento ya me empezó a gustar el tocino, y en mi casa me preparaba así mi ración de chorizo y tocino.

Pues ahí tenéis la receta de la pringá de la María el Ama una hermosa mujer, muy trabajadora que a pesar de las adversidades de la vida siempre estaba alegre y su vida duró  hasta los 105 años.



domingo, 6 de enero de 2013

POLLO FRITO CON PIMIENTOS ROJOS



Hoy, como siempre que puedo, me he dado un buen paseo por la dehesa, que en invierno está especialmente hermosa.



La vista se recrea en este hermoso día soleado al contemplar los troncos de las encinas llenos de musgo y líquenes; las praderas verdes coronadas con escarcha de la gran helada que ha caído esta noche y encharcadas por pequeños regatos, que la surcan.



Margaritas tímidas y confundidas por haberse adelantado una estación.


 Las grullas volando como planeadores, debidamente organizadas y graznando escandalosamente.



Las cabritillas saltarinas comiendo hierba fresquita y bellotas, alegrando la mañana con su tilín, tilín...



 Y las vacas gordas y parramplonas pastando tranquilamente en la pradera, mirándote  como ningún animal mira a los humanos y contoneándose pausadamente con su tolón, tolón.



Después de este precioso paseo por la dehesa al llegar a casa he preparado para comer un simple pollo frito, sabrosito y rico.

No tiene ninguna dificultad, el pollo troceado y salado lo he puesto a freír en aceite de oliva con unos pimientos rojos, que tenía congelados del verano y unos dientes de ajos.
Eso, sí,  lo he frito en una vieja sartén de hierro y con fuego de gas butano, que siempre queda mejor que en fuego eléctrico.
Y nada más, bien doradito..., y a comerlo con una ensaladita de lechuga.

¡Salud!

jueves, 3 de enero de 2013

Bizcocho de yogurt hecho por Alba




Ingredientes:


3 huevos.
1 yogurt de limón
1 vasito de yogurt de aceite de oliva.
2 vasitos de azúcar.
3 vasitos de harina.
1 sobre de levadura.

Preparación:

-Se mezcla el azúcar con los huevos y se bate hasta que quede una salsa cremosa.
-Seguidamente se le añade el yogurt.
-A continuación el aceite.
-Finalmente se le añade la harina y la levadura y se sigue batiendo igual que lo hace Alba.
-Se unta el molde con mantequilla y se mete al horno a 150º durante una hora. Subiéndolo a 170º los 15 minutos finales.

Como podéis ver a Alba le encanta hacer el bizcocho, se sabe los ingredientes de memoria, y es la que lleva el control...

!Oh¡ ¿No recuerdo  cuántos vasos de harina he echado?

-Abuela : has echado dos...,te falta uno...

Y lo que más le gusta a Alba del proceso es: rebañar la masa