martes, 2 de abril de 2013

Semana Santa (2013) en Zarza de granadilla, Pasada por agua.

















Esta Semana Santa, (no sé si os habréis dado cuenta) pero ha llovido para dar y tomar..., pero a pesar de eso las procesiones se han celebrado en el pueblo. Eso sí las imágenes iban protegidas con un plástico.



Todo el pueblo rebosa agua; los huertos están anegados y mis amigos los hortelanos esperan que escampe para poder sembrar. Y... tememos por las patatas, no sabemos si saldrán adelante o se pudrirán en la tierra encharcada...

Pero, también, ha habido un día...¡Un sólo día que no ha llovido!; que ha salido algún rayo de sol, y a mí  como me gusta tanto el campo.... aprovechaba los claros para dar un paseíto.

Me acerqué al pantano por la dehesa, y el trayecto, como siempre, era de una belleza espectacular, las praderas verdes repletas de florecillas: blancas, lilas y amarillas .
Regatos y regatillos llorando agua, embarrando los caminos y encharcando las praderas de cantueso y jaras ya florecidos.

Es una maravilla oír a los pajarillos, canturreando y ver grandes milanos y cuervos volando  casi a ras del suelo y haciendo un posado en los postes y en los alcornoques.

 Las colas del pantano están tan cerca que llegas al agua en 20 minutos desde Zarza.
Ha subido el agua de forma increíble, y los caminos que están por debajo de las porteras han desaparecido del mapa.

Me encontré con las cabrillas del hijo de la Guille  y estaban paradas al lado de una encina, yo creo que estaban despistadas porque no sabían por dónde tirar.

Lo mismo me sucedía a mí porque todo estaba inundando, me descalcé, pasé un regatillo y me eché un rato al sol encima de mi anorak y casi me quedo dormida con el calorcito del sol, el canto de los pájaros y el croar de las ranas. Pero una nube me echó un chaparrón y me  devolvió a la realidad.

 De regreso a  casa el agua caía de nuevo, me iba lavando la cara y el pelo, y embriagada con aromas de jara y tomillo, pasé unas horas estupendas disfrutando del paísaje tan increíble que tenemos al lado de casa.

 Y una vez más pensé en lo afortunados que somos los zarceños por tener un paisaje tan maravilloso.












1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola ,
Fotos maravillosas de una reportera dicharachera que no para .
Besos.
Mariche