martes, 13 de marzo de 2012

Sembrando patatas al modo tradicional





Este fin de semana he sembrado las patatas y por la agujetas que tengo..., he descubierto muchos músculos en mi cuerpo que no sabía que existían...

Esta entrada se la voy a dedicar a los que fueron amigos y compañeros de fatiga de mi padre a: Julio y a Crescencio.
Dos buenos, generosos y amables hortelanos, que siembran sus huertos al lado del de mi padre.
Se llevaban muy bien los tres arreglando sus respectivos huertos, se intercambiaban simientes y plantas. 
Julio y Crescencio muchas veces le araban el huerto con el burro.Y cuando paraban  para descansar se echaban  buenas parrafadas...Me comentan.

Julio debe de ser el último agricultor de Zarza que utiliza su hermoso burro para arar y aricar la tierra.
A pesar de tener 82 años, parece un chaval en cuanto a la agilidad y destreza que tiene para manejar el burro con el arado... y sembrar a golpe de zacho.
Me enseña sus manos con los nudillos deformados por la artrosis o la artritis, pero a pesar de eso él y su hijo, han partido 20 kilos de patatas para sembrarlas.
 Su burro tiene más de 30 años, es un precioso burro blanco como Platero..., no sé... si ese es su color de pelo, o es que ya está canoso, pero tiene un  hermoso pelaje blanco y brillante. 
Unas orejas enormes, erguidas como antenas para obedecer diligentemente las ordenes que le da Julio:

-Arreeeeee...,  Sooooooooooo..., Tresaaaaaaaaa...

Julio me comenta, que él es un hombre con muy mala "hostia", y que se cabrea mucho con él mismo... Por no ser capaz de ver sus tierras dejadas de la mano de dios..., y que tenerlas limpias y arregladas le supone un gran esfuerzo...
No sabe estarse quieto "parao". El día que pare mal asunto..., dice él.
Yo le he visto genial, arando la tierra con el burro y sembrando sus patatitas... No le caía ni una gota de sudor y seguro..., que no tiene ni una agujeta.
Ahora a esperar que llueva para que nazcan pronto las patatas y las podamos sacar hermosas y sanas.




















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