lunes, 12 de noviembre de 2012

MOQUILLEO, PERCUJO,TRANCAZO, CANCAMURRIA y CUCUMECA



Ya estoy con el trancazo, esto es de herencia..., lo sufría mi abuelo, mi madre y lo sufrimos mis hermanos, mis sobrinas y mi hija.

El trancazo es horrible porque te encuentras fatal..., pero como no da fiebre pues no dejas de trabajar ni de hacer vida normal.

¿Cómo noto yo que voy a coger un buen trancazo?
Enseguidita, enseguidita, lo noto yo...
 Comienza la cosa con un simple "Moquilleo":
 Un ligero picorcillo en la nariz, seguido de varios estornudos y lacrimeo en los ojos.
Con un poco de suerte si cambio de ambiente se queda la cosa ahí.

Pero si persiste el" moquilleo" y se me empieza a poner careto;  si me preguntan:
Tienes mala cara...
¿Qué te pasa?
Suelo contestar:
Nada..., nada..., que me estoy empezando a coger un " percujo" de no te meneeees...

Y si los estornudos,  cada vez, son más escandalosos..., ya paso de la fase "percujo" a la fase  "trancazo"
Es el momento en que  mi nariz se convierte en un grifo o en un caño (como decíamos en mi pueblo)..., pero  en un grifo que no puedo cerrar...
Que sólo puedo recoger y recoger el caudal...
 Como hacíamos cuando éramos niños, cuando llovía en otoño recogíamos las aguas de lluvia de los canalones, poníamos un barreño debajo y según se iba llenando lo íbamos vaciando en otros barreños más grandes y así se acumulaba el agua en la casa para  fregar, para bañarnos y para regar las macetas.
 Agüita de lluvia, fresquita, sin cloro y no contaminada.Yo recuerdo que bebía de ella, ponía la boca debajo del canalón y acababa toda chopadita.

Ahora no recogemos el agua de lluvia porque el canalón llega hasta el suelo y es imposible recogerla. (Presiento que algo estamos haciendo mal)
Buenas duchas nos hemos dado de niños al pasar por debajo de un canalón, intencionada o no intencionadamente; me imagino que por esa razón los canalones se alargaron. 

Volviendo a mi "trancazo" digo, que es tal el caudal que sale por mi nariz que a veces pienso que me voy a deshidratar...
 Gracias  a que ahora tenemos los pañuelos de papel... , (aunque sea poco ecológico), porque antes cuando no existían los pañuelos de papel y  yo era una niña, (ya ha llovido) usaba el típico pañuelito bordadito y de una sonada se quedaba inservible y finalmente  recurría a los moqueros de mi padre que parecían manteles..., y cuando ya acababa con ellos mi madre me cortaba trapos blancos de sábanas viejas y seguía sonando y sonando.
Y..., como no dábamos a bastos,  poníamos los pañuelos a secar encima de la lambrera del brasero.
Aquello comenzaba a humear... y se secaban rápidamente.

Recuerdo el placer que daba limpiarte con el pañuelo seco y calentito ya que no hay nada más molesto que "sonarte" con un pañuelo húmedo.
Suena fuerte, suena fuerte, me decía mi madre, agarrando con una mano mi barbilla y con la otra apretando mi nariz; pero suena más fuerte repetía...
No entiendo de dónde sale tanta agua, porque yo lo que echo es agua.

Ahora tiramos los pañuelos a la papelera pero entonces nos metíamos el pañuelo todo mojado en la manga y en el bolsillo.
E íbamos con los puños hinchados y los bolsillos abultados por los moqueros inmensos que allí guardábamos.
Y cuando ya me quedaba sin pañuelo y sin moquero, le daba una pasada a la manga por mi nariz, o a mi nariz por la manga, y se quedaban allí los mocos pegados y eso le daba cierto lustre a la manga, que se quedaba como almidonada.
Afortunadamente, yo, ya no veo a los niños con las mangas "enmocadas", como estaban las nuestras.

No me digáis que me tome una couldina porque entonces es peor, me cierra de golpe el grifo, se me tapona la napia y se me reseca la garganta, y no se que es peor.

 En cuanto a   los ojos lloran y lloran y pican y pican; y los párpados se me hinchan y se me quedan ojos de sapo; me salen bolsas y ojeras que parezco una sapina.
Es, en este momento, cuando el trancazo está en su apogeo, ya se ha instalado en mis vías respiratorias superiores y así estaré como tres o cuatro días, y ya me puedo tomar lo que me tome que no dejo de moquear..., y de llorar..., sin parar un momento.

Me produce tal  ansiedad, el trancazo, que yo, que suelo comer poco, me da por comer todo lo que pillo, aunque no me sepa a nada porque pierdo el olfato y el sabor.
Yo creo que esto me ocurre porque cuando ingiero algo no moqueo.

Rinitis vasomotora me dijo el especialista que tengo, con lo cual, para que quiero hincharme de antihistamínicos.
 Si lo único que tengo que evitar son los cambios de temperatura, cosa harto difícil. Ya que hasta mi propio vaho me puede producir un estornudo si mi napia lo inhala.

Y finalmente entro en lo que llamamos la "cancamurria", con la cabeza embotada y como flotando, que oyes voces y no sabes dónde...; ya estoy tan mal que ya no soy persona...
 Y me deja "hechita" una "joía"  "cucumeca" mocosa.

Ya sabéis:

"Moquilleo", "Percujo", "Trancazo" , "Cancamurría" y "Cucumeca".

 Así resumimos en mi pueblo las fases del consabido constipado.

¡Salud!

¡Que no pilléis uno!


1 comentario:

Anónimo dijo...

Descripción auténtica y con tanta gracia que no he parado de llorar pero de Risa.
Muchos besos.
Que te mejores.
Mariche