martes, 21 de junio de 2011

Juegos de mi infancia: Los Botones









Esta publicación se la dedico a mi "sobri" Mariche, que también fue buena "jugaora", y le deseo pronta recuperación.


Yo he sido muy " jugaora", como me decía mi madre, me gustaba mucho jugar a todo:
A los botones, al limbo cachimbo, a la goma, a la comba, a moje (este era muy bueno), a los médicos, etc...
Si los juegos de chicas eran divertidos los de los chicos lo eran mucho más.

En esa época no había televisión  y nos pasábamos las tardes jugando en la calle hasta que oscurecía.
En la sociedad machista que nos tocó vivir había juegos para los "muchachos" y juegos para las "muchachas". 
Excepto si los jueves por la tarde y los domingos nos íbamos a  San Miguel, allí no había separación de juegos, allí casi siempre jugábamos a juegos de chicos.
Curiosamente el juego de los "chavos", que era de chicos tenía su versión femenina en el juego de los botones.
Así pues, voy a empezar por el juego de:

 LOS BOTONES.

El juego de los botones era muy simple y entretenido, hacíamos un cuadrado en el suelo, casi siempre pegado a una pared.
Cada niña tenía su caja de lata llena de botones.
Los botones eran de todos los colores y tamaños, los más grandes valían por dos o por tres de los normales. Lo mismo ocurría si el botón era de un color bonito y llamativo.
Pero los más  apreciados y “gañariques”eran lo botones pequeños de nácar.

El juego consistía en intentar meter el botón en el cuadrado tirando desde una distancia que marcábamos en el suelo a dos o tres metros.
Nos poníamos en fila e íbamos lanzando cada una nuestro botón "gañarique".
El objetivo era meterlo en el “boche”.(No se por qué lo llamábamos boche pues era un cuadrado que rayábamos en el suelo)
La que conseguía meterlo en el “boche “(cosa difícil a la primera), o se quedaba más próxima al boche, tenía que hacer lo siguiente:

1º dándole un toque con el dedo pulgar e índice meter su botón en el boche, si lo conseguía iría a por el botón más próximo de otra jugadora, e intentaría meterlo y así con todos los botones lanzados.

Si en uno de estos lanzamientos fallase pues correría el turno.

La "gañarica"se iba quedando con los botones de la contrincante que conseguía meter en el "boche".

Algunas veces hacíamos “trampas”, dándole al botón un poco más adelante, en alguna distracción...

Pero las “gañaricas”, controlaban mucho y podía acabar el juego en una pelea y unos buenos tirones de pelos...

En aquellos tiempos, era muy normal que los niños nos peleásemos, ya he dicho que éramos un poco salvajes y a la menor había broncas, las chicas nos peleábamos de diferente forma que los chicos.
Nos arañábamos, nos escupíamos, nos mordíamos. (Los niños de ahora son unos santos comparados con nosotros)
Lo  de los tirones de pelos tenía su técnica no te creas..., cada una se agarraba a los pelos de la otra como podía...,  allí con las cabezas juntas, para que doliera menos el tirón de pelos, la nariz clavada en la mejilla de la contrincante y de tanto esfuerzo y llanto, los mocos de las dos rebozando nuestras caras.
Y las extremidades inferiores arreando patadas a diestro y siniestro.
Al final acababas en el suelo hecha un cristo y la caja de botones a tomar morcillas...

Moraleja: lo mejor era no hacer trampas para no acabar en peleas...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola
He leído tu dedicatoria y me he emocionado , asi que en tu honor cuando pueda doblarme jugaré una partidita.Lo he leído con mi madre y no hemos parado de reirnos , hasta hemos llorado , de la risa.Como siempre una descripción fabulosa y cómica.
Mil besos de las dos Chelitos.

luz rodriguez garmon dijo...

Brigi, qué divertido era jugar a los botones, nos tirábamos horas y horas.... Verdaderamente había botones muy gañariques, los de nácar, porque no se volaban y pesaban y se atinaba muy bien con ellos. Otro punto importante era cuando cambiábamos, como valorábamos cuál valía por 2 ó por 3, y más o menos aceptábamos lo que la otra nos decía. Y otra cosa que me encantaba era las cajas donde los guardábamos, solían ser de lata, y a lo mejor teníamos una pequeña,manejable como para ir por cualquier sitio con ella, y en cuanto surgía una partida, la teníamos disponible,y luego otra en casa más grande, para los cambios....
Este juego nos reportaba: habilidad en la puntería, destrezar para meterlos en el boche, facilidad para hacer los cálculos cuando cambiábamos, y sobre todo tratar con las otras niñas y aprender a defenderte y a no dejarte pisar.... Igualito que ahora.... Todo maquinitas individuales....

Brígida Seguín Hernández dijo...

Mariche me alegro que te hayas reído con tu madre, que ella seguro que era de las gañaricas......
En cuanto a la Mariluz le diré que me ha dado una pista a lo mejor ahora, los niños no se pegan tanto porque juegan, la mayoría de las veces solos, contra una máquina a la cual no le pueden arrear pues si lo hacen se la cargan y les ha costado un montón de dinero.
Pero sigo pensando que los niños de ahora son más educados y